Datos personales

Mi foto
Madrid, Spain
Con cerca de 30 letras, todo esto es posible para despertar sentimientos, emociones, construir pensamientos...

domingo, 30 de agosto de 2009

Gandhi en Sudáfrica. Artículo

Artículo Historia

Gandhi en Sudáfrica: el aprendizaje de un maestro

Gandhi pasó 21 años de su vida en Sudáfrica. Allí fue víctima en carne propia de la discriminación a la que estaban sometidos los indios. El sentimiento de profunda injusticia que tal situación despierta en él, le hará emprender numerosas acciones políticas y sociales. Fue en Sudáfrica donde Gandhi desarrollaría gran parte de los conceptos y acciones que posteriormente, aplicados a la India, llevarán a su país a la independencia.







Infancia y estudios: entre la India e Inglaterra
El 2 de octubre de 1869, nace Mohandas Karamchand Gandhi en el estado de Gujarat, en Porbandar. Proviene de una familia de la casta de los Banias, los comerciantes. Tanto su padre como su abuelo han sido primeros ministros del Estado, convirtiéndose en hombres políticamente influyentes y respetados.

Su familia, aunque integrada en un mundo dominado por los ingleses, sigue las tradiciones hindúes. Así, el pequeño Gandhi estudia en colegios ingleses y recibe a la vez la influencia de una madre extremadamente piadosa.
Con trece años, la familia organiza el matrimonio con Kasturbai, quien permanecerá su fiel compañera durante toda la vida. Un lustro después, el joven esposo viaja a Inglaterra para estudiar Derecho.

En Londres, admira la cultura occidental pero descubre a la vez la solidez de los valores hindúes. Se adentra en la lectura de los libros sagrados de le India, especialmente el Baghavad Gita e intenta respetar, sin siempre conseguirlo, los preceptos impuestos por su madre: no comer carne, no beber, practicar la castidad.

Una vez finalizado sus estudios, vuelve a la India. Sin embargo, fracasa en su intento de montar un gabinete jurídico. Por ello, cuando le ofrecen un puesto de asesor jurídico en una empresa india implantada en Durban, Sudáfrica, no duda en aceptarla y se marcha en 1893. Pasará veintiún años de su vida en la colonia europea donde empezará su aprendizaje político. Defenderá los derechos de indios y pondrá en marcha acciones de no-violencia, una estrategia innovadora que mostrará toda su eficacia. Pero el aprendizaje no es repentino, sino fruto de una evolución tanto de los acontecimientos como del propio Gandhi.


despacho de abogados de Gandhi en Sudáfrica
El despertar de una conciencia
A partir de 1906 y hasta 1914 puede hablarse de la lucha decisiva así como la adopción de un método totalmente novedoso en la lucha social: el Satyagraha. El primer periodo, entre 1895-1906, corresponde, por su parte, a la toma de conciencia y a la adopción de las primeras medidas.


Los indios habían comenzado a emigrar a Sudáfrica en 1860, como mano de obra necesaria tras la abolición de la esclavitud; en las décadas sucesivas, se habían unido los comerciantes indios - muchos de los cuales habían prosperado, despertando recelos por parte de los blancos. Aunque numerosa, la minoría india es objeto del odio racial por parte de los europeos. Impuestos exorbitantes, trabas en la concesión de licencias, restricción de los movimientos migratorios, son algunas de las medidas discriminatorias a las que se enfrentan los inmigrantes asiáticos.
A los aspectos legales, se unen los comportamientos xenófobos que Gandhi sufre personalmente. En su autobiografía, cuenta por ejemplo, cómo se le expulsa de un tren al negarse a viajar en tercera clase como corresponde a los de su etnia; en otra ocasión, se le prohíbe el uso del turbante en los tribunales.

A mediados de 1896, Gandhi vuelve por seis meses a su patria para recoger a la familia y hacer campaña entre los políticos indios sobre la situación de sus compatriotas en Sudáfrica.


Gandhi y Kasturba, su esposa y fiel compañera. 1902

Cuando regresa a Durban sufre un intento de linchamiento por parte de un grupo de blancos. Le acusan de haber atacado injustamente a los blancos mientras estuvo en la India y de traer en el barco en el que viaja a un cuantioso grupo de indios dispuestos a invadir Natal.
Logra salir sano y salvo de la reyerta gracias a la ayuda de la señora Alexander, esposa del superintendente de policía con quien Gandhi mantenía buenas relaciones. Las autoridades proponen al agraviado líder denunciar a los asaltantes, pero éste rechaza dado que ha decidido “tener como norma el no querellarme contra nadie por agravios personales” [i]
Descubre, sin embargo, que la lucha por la libertad siempre implica sufrimiento.
[ii]

Entre 1899 y 1902, la segunda guerra anglo-boer enfrenta independistas de origen holandés con colones ingleses.

Destacamento de boers en su guerra contra los ingleses

Gandhi anima a sus coterráneos a apoyar a los ingleses; él mismo participa en un cuerpo sanitario y trabaja de camillero en una de las pocas unidades que atiende también a los heridos negros. En ese periodo, el dirigente indio, aun denunciando los excesos de los ingleses, permanece fiel a la Corona.
Sólo años más tarde, en la India, Gandhi ahondará en las diferencias entre una cultura occidental, eminentemente materialista, y una India con fuertes valores espirituales.


Gandhi se alista en un cuerpo de camilleros durante la guerra anglo-boer

Un distanciamiento que le llevará a oponerse frontalmente a la potencia colonizadora y a reclamar la independencia para su país.
En 1901, una vez concluido su contrato como abogado, Gandhi, se dispone a regresar a su tierra. Sin embargo, la situación en Sudáfrica permanece incierta y decide quedarse para ayudar a los compatriotas.

Su labor de abogado en Sudáfrica termina en 1901; a partir de entonces, se dedicará exclusivamente a la lucha política

En 1904, dos años después del final de la guerra de la que los ingleses han salido victoriosos, el antiguo abogado funda el periódico Indian Opinion. La faceta periodística cobra una enorme importancia. A través de sus artículos, Gandhi comunica con su gente; para que los indios puedan comprenderlas, traduce las noticias más relevantes al gujarati, una de las principales lenguas de la India. Según él, el único fin de la prensa es servir a la verdad y en el plano personal, le sirve para practicar una disciplina estricta del pensamiento. “El diario se convirtió para mí en un entrenamiento de auto-control, y para mis amigos en un medio eficaz de estar en contacto con mis ideas”, escribe Gandhi en su autobiografía. Y añade: “el Satyagraha hubiera sido imposible sin el Indian Opinion”.[iii]


Los redactores del periódico residen en la granja de Phoenix, una comunidad situada cerca de Durban cuyo funcionamiento se basa en las ideas igualitaristas del escritor León Tolstoi. Todos los residentes participan en las tareas agrícolas y todos cobran el mismo sueldo, sin distinción de cargo, nacionalidad o color de piel. En la misma época, Gandhi comienza los primeros ayunos, en un primer momento como purificación espiritual; años más tarde lo usará también como medio de protesta.

La finca Toltoi, se basa en los principio igualitaristas enunciados por el ruso Toltoi. Aquí, Gandhi acoge a sus fieles y familiares


Aunque hasta entonces, todos los actos se han caracterizado por la no-violencia, el giro decisivo en la acción se producirá dos años después, como reacción a una nueva medida discriminatoria por parte de las autoridades. Será entonces cuando Gandhi pondrá en marcha el Satyagraha un método revolucionario de protesta social.


Se enciende la mecha
En agosto de1906, con el fin de luchar contra la inmigración asiática clandestina, el gobierno de la provincia de Transvaal anuncia en el boletín oficial, un proyecto de ley que obligará a los adultos de la comunidad india a inscribirse en un censo, imprimiendo sus huellas digitales. Los que no se sometan a esta medida serán multados, encarcelados o expulsados del país. Gandhi lo interpreta como una forma más de humillación: “el Gobierno de allá [Transvaal], considerando a los indios inferiores, quería tratarles como esclavos y en la medida de lo posible, impedir su llegada al país. Y bajo esta óptica comenzó a crear nuevas leyes, por ejemplo, listar a los indios en un registro separado, obligarles a dejar sus huellas digitales como si de ladrones o delincuentes se tratara”.
[iv]
Por ello, reaccionada horrorizado; tras esta medida, “sólo discernía el odio hacia los indios. Me pareció que si el proyecto de ley era votado y si los indios lo aceptaban humildemente, hubiera significado la ruina absoluta en África del Sur”.
[v]


La obligatoriedad de inscribirse en un censo, con registro de huellas dactilares desencadena la rebelión de los hindúes liderada por Gandhi



Inmediatamente, el antiguo abogado convoca una reunión en la que participan todas las personas con alguna responsabilidad en la comunidad india de Transvaal. El objetivo es preparar los ánimos a la acción. Se trata de una “crisis muy grave”, declara Gandhi a los asistentes, “debemos juzgar la situación con calma”. No se enfrentan a la primera medida discriminatoria, pero sí es la primera que se adopta “con el objetivo de expulsarnos del país”.[vi]
Para encarar la afrenta, se adoptan varias medidas: publicación en el Indian Opinion del proyecto de ley traducido al gujarati; en el mismo periódico, otros artículos en inglés irán dirigidos a las autoridades británicas argumentando la oposición a las nuevas medidas.

El 11 de septiembre del mismo año, se celebra un congreso al que acuden tres mil delegados de la comunidad. Ese día, los asistentes, de todas las etnias y religiones, se comprometen bajo juramento a oponerse a la ley racista –que apodarán la “ley negra”- y a resistir sin violencia. El juramento de fidelidad es esencial para garantizar el éxito; por ello, Gandhi propone que los que no se sientan con fuerzas suficientes no se liguen a una promesa que no podrán mantener.

Un mes después, en octubre de 1906, Gandhi viaja a Londres para exponer sus razones y peticiones a los gobernantes ingleses.

Sin embargo, de poco sirven los esfuerzos ante los británicos; la metrópoli no quiere inmiscuirse en los asuntos internos de una colonia africana que goza de gran autonomía. De modo que, en julio de 1907, la ley es votada y entra en vigor. La fase activa de la lucha se pone en marcha.

La resistencia pacífica de las sufragettes en Inglaterra, inspiró el movimiento de Satyagraha de Gandhi


Acción directa y no-violenta: el Satyagrahagraha
Durante su estancia en Londres, el inconformista indio descubre las manifestaciones de “passive resistance” de las sufragettes, los grupos de mujeres que reclamaban el derecho al voto alrededor del año 1900. Frente a la presión policial, las sufragettes oponían una fuerza inerte.
A Gandhi, la expresión le parece interesante y la emplea en un primer momento para designar su acción no-violenta. Sin embargo, cae en la cuenta que el término “estaba demasiado simplemente construido, que se le suponía un arma para los débiles, que podía ser como un odio, que finalmente podía manifestarse por la violencia”.
[vii]

Fruto de sus experiencias y lecturas, Gandhi forja entonces el concepto de Satyagraha, vocablo sánscrito que significa “la fuerza de la verdad”. Acerca de este hallazgo, Gandhi escribe en su autobiografía: “la historia de esta lucha es la historia del resto de mi vida en África del Sur, y especialmente de mis experiencias con la verdad en aquel sub-continente”.
[viii]

Como fuerza de movilización, el Satyagraha implica varios principios: decir no a la injusticia con firmeza y públicamente; no usar la violencia; aceptar las consecuencias jurídicas de tales actos y a la vez, respetar a los que sí quieren cumplir con la ley.

Aplicado a la realidad sudafricana, las consecuencias no se hacen esperar: tras el voto de la “ley negra”, el agitador hindú organiza una desobediencia civil. En una asamblea convocada para este fin, miles de indios juran oponerse a la ley no inscribiéndose en el censo. “La fuerza bruta no tenía lugar, fueran cuales fueran las circunstancias. Fueran cuales fueran los sufrimientos, los satyagrahi no recurrían nunca a la fuerza física. Aunque hubieran podido usarla eficazmente, rechazarían recurrir a ella.”
[ix]
Si el empleo de la violencia está excluido, para lograr el éxito, los satyagrahi –seguidores de los principios del Satyagraha-, deben planificar cuidadosamente cada acción.

La lucha no-violenta ha empezado
Todas los Satyagraha, es decir, las acciones públicas inspiradas en la doctrina del mismo nombre, puestas en marcha durante la campaña sudafricana son sometidas a una organización estricta. Por ejemplo, los piquetes instalados frente a las oficinas del censo tienen como misión persuadir, en ningún caso enfrentarse con aquellos que sí desean inscribirse en el registro.


Henry Thoreau (en la imagen), aboga en 1849 por la rebelión pacífica cuando el poder es injusto

Para llevar a cabo los actos, Gandhi se apoya en un núcleo duro formado por algunas decenas de personas. En la granja Tolstoi, (una cooperativa fundada en 1910 y parecida a la Phoenix), los miembros de dicho núcleo son entrenados en la lucha no-violenta y preparados para soportar la represión. Su actitud ejemplar contribuye a la adhesión de nuevos voluntarios, hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, listos para la acción.

En poco tiempo, queda demostrado que la movilización de la ciudadanía india ha surtido su efecto: el 30 de noviembre de 1907, último plazo tras una prórroga, sólo se han registrado 511 indios sobre un total de 13.000. Como respuesta al desacato, las fuerzas del orden adoptan medidas represivas. Gandhi, junto con 26 compañeros, debe abandonar el país. Dada su negativa a marcharse, los disidentes son conducidos ante los tribunales; durante el juicio, todos se declaran culpables. Se trata de una estrategia: los satyagrahi están dispuestos a someterse al castigo, pero a una ley injusta.
Como responsable del movimiento, Gandhi es condenado a dos meses de prisión. Y de hecho, le parece un honor ser recluido cuando se trata de luchar por la libertad.


Durante su estancia en Sudáfrica, Gandhi es arrestado en varias ocasiones. Aprovecha sus periodos entre rejas para estudiar y leer


Fuera, en la calle, varios seguidores se proponen voluntariamente para ser igualmente arrestados. Llenar las cárceles se convierte para el dirigente en un objetivo estratégico, un testimonio de la determinación de su gente y un medio de presión de cara a las autoridades. Sin embargo, presionar al oponente no significa necesariamente cerrar todas las puertas.


Negociar pero no ceder
Gandhi deja siempre abierta una vía a la negociación. Un acuerdo en el que ambas partes estén dispuestas a ceder en algo, siempre es preferible a un enfrentamiento, incluso no violento.
Por ello, durante su periodo carcelario, el dirigente rebelde acepta una entrevista con el general Jan Christiaan Smuts. Éste promete derogar la Ley de Inmigración si los indios se someten al censo. Gandhi y sus seguidores aceptan.




Aunque adversarios, Smuts sentía gran admiración por Gandhi, como declaría años después



Pero la promesa no se mantiene. La respuesta a tal engaño es entonces fulminante: en agosto de 1908, Gandhi ordena quemar todos los resguardos de registro en una hoguera, como siempre en todo Satyagraha, a plena luz del día. El agitador hindú, por su parte, ha tomado nota de la lección: ninguna negociación es posible si la relación de fuerzas no se inclina a favor de los satyagrahi, obligando a la otra parte a ceder. Mientras esa circunstancia no se produzca, la resistencia debe seguir. Y efectivamente sigue, siempre en respuesta a las medidas coercitivas de los dirigentes europeos.

En un nuevo proyecto de ley, el gobierno introduce una cláusula prohibiendo la entrada en Transvaal a los asiáticos, muchos de los cuales residen en la vecina Natal. En esta ocasión, Gandhi moviliza a miles de inmigrantes potenciales, animándoles a cruzar la frontera ilegalmente. Nuevamente, el gobierno interviene brutalmente, arrestando a los infractores, Gandhi incluido.

Cuidar a los familiares de los presos, asegurar su sustento es otro de los aspectos primordiales de la lucha política. Las familias afectadas son acogidas en la granja Tolstoi, donde participan en las tareas y viven en pobreza y austeridad.



En la cárcel, Gandhi se cartea con León Tolstoi; gracias a él descubre el amor universal, enunciado en los Evangelios, y lo equipara con el Ahimsa de los hindúes


En una escalada que parece no tener fin, el gobierno endurece las medidas contra las minorías. A mediados de 1913, el Tribunal Supremo declara inválidos todos los matrimonios no cristianos. Como consecuencia, las mujeres indias se transforman de facto en concubinas. “Ninguna paciencia es posible frente al insulto dirigido a nuestras mujeres”, declara Gandhi. “Decidimos emprender un Satyagraha inflexible sin tener en cuenta el número de combatientes. Las mujeres no sólo no debían mantenerse al margen de la lucha, al contrario, decidimos invitarlas a participar en la acción, al lado de los hombres”.
[x]

El acto de protesta, del que las mujeres serán parte integrante, consistirá en convocar una huelga general de los mineros indios. En esta ocasión también, la represión por parte de las autoridades es radical, llegando a provocar la muerte de varios agitadores. Gandhi es encarcelado una vez más; en cuanto a los huelguistas, serán condenados a trabajos forzados en las propias minas.



Durante la huelga general de los mineros, 1913

Las noticias sobre la brutal represión y el trato humano que reciben los presos provoca la indignación entre la opinión pública inglesa. Incluso el virrey de la India, Lord Hardinge condena públicamente unas “medidas que en ningún momento deben ser toleradas por cualquier país que se considere civilizado”.[xi]

Así las cosas, todo parece perdido, los ocupantes europeos han terminado imponiendo su autoridad. No obstante, la historia en Sudáfrica tiene un final feliz.

El general Smuts se ve presionado por doquier. A las protestas procedentes de la India, se une la particular situación de la colonia: Sudáfrica es un país dividido entre ingleses y boers, en búsqueda de una unidad nacional; en esta tesitura, no conviene enfrentarse al gobierno inglés y a la opinión pública mundial. Para el gobierno inglés por su parte, resulta imprescindible calmar las voces de protesta procedentes de la India, al fin y al cabo, la joya de la Corona en el tablero colonial.

De modo que, debido a las múltiples presiones, la administración de Transvaal se ve obligada a claudicar. En 1914 se derogan las leyes discriminatorias, se reconoce la validez de los matrimonios y se otorgan mayores facilidades a la inmigración.

Los principales objetivos de la lucha han sido, de momento, alcanzados. El dirigente indio podrá entonces exclamar: “se ha producido una revolución, sin derramamiento de sangre, debido únicamente a la energía disciplinada del sufrimiento personal”.
[xii]
En julio del mismo año, el líder contestatario dejará definitivamente Sudáfrica. Durante su periodo africano, Gandhi ha creado y perfeccionado el Satyagraha; un movimiento que entre los años 1920 y 1945 cosechará su éxito más sonoro: la liberación de la India.


NOTAS
[i] M.K. Gandhi, Autobiografía: la historia de mis experiencias con la verdad, Ed. Aura, Barcelona, 1985
[ii] Ventura, Piero, Io Gandhi: Gandhi racconta se stesso e il suo tempo, Ed. Arnoldo Mondadori, Milano, 1991
[iii] M.K. Gandhi, Autobiografía: la historia de mis experiencias con la verdad. op. cit.
[iv] M.K. Gandhi, The essential writings of Mahatma Gandhi, Ed. Raghavan Iyer, Oxford University Press, Delhi, 1991
[v] M.K. Gandhi, Gandhi mis à l’oeuvre, suite de sa vie écrite par lui même, Ed. Rieder, coll. “Europe”.
[vi] Ibid.
[vii] M.K. Gandhi, Autobiografía: la historia de mis experiencias con la verdad. op. cit.
[viii] Ibid.
[ix] M.K. Gandhi, Gandhi mis à l’oeuvre, suite de sa vie écrite par lui même. op. cit.
[x] Ibid.
[xi] Krishna Kripalani, Gandhi, a life, Ed. Orient Longmans, Nueva Delhi, 1969
[xii] Camille Drevet, Gandhi: su pensamiento y su acción, Ed. Fontanella, Barcelona, 1962

Este texto ha sido redactado para la revista Historia y Vida en marzo 09

México, Oaxaca, 2008. Un viaje

Oaxaca, México, diciembre 2008
Un viaje
México es un atractivo país de enormes recursos culturales. Sin embargo, cuando nos planteamos descubrirlo, nos surge la duda de por donde empezar. Oaxaca puede la puerta de entrada hacia este hermoso país.
Situada a unos 500 Km. al sureste de México D.F, Oaxaca es la capital del estado del mismo nombre. Cruce de culturas olmecas, zapotecas y coloniales, en todos sus rincones se respira cultura e historia, cuyo valor la llevó a ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. La armonía y belleza de su arquitectura, la riqueza de su gastronomía, su clima templado a lo largo de todo el año, convierten esta villa mexicana en un punto especialmente atractivo.

Su historia moderna empieza en 1529 cuando los españoles fundaron la nueva Villa de Antequera, sobre las ruinas de una antigua fortaleza azteca.
Hernán Cortés seguramente pensando en cómo vencer a Moctezuma
Los conquistadores encargaron el trazado de la ciudad a uno de los mejores urbanistas del Imperio: Alonso García Bravo, arquitecto de la ciudad de México y de Veracruz. García Bravo trazó la ciudad a cordel, a partir de la creación de una Plaza Central o Zócalo, alineada de acuerdo con los puntos cardinales y establecida según una sencilla simbología: de un lado de la plaza, sobre el lugar de los muertos para los aztecas, se levantaría la Catedral; del otro, los edificios municipales, las bases del poder civil. De este modo, se pensaba, la plaza irradiaría por toda la ciudad el equilibrio entre lo terrenal y lo sagrado.

El Zócalo, sigue siendo en la actualidad el centro de la vida en Oaxaca. Las arcadas que sujetan el Palacio de Gobierno y los edificios anexos alojan restaurantes, terrazas, comercios y cafeterías.
De ahí que sea el mejor lugar para empezar nuestra visita.
El Zócalo, núcleode la ciudad desde que se diseñó...
Lo primero que nos salta a la vista al llegar a la explanada, es la imponente Catedral, sede de la diócesis oaxaqueña. Su construcción empezó en el 1702 y finalizó en 1733. Dedicada a la Virgen de la Asunción, en su interior destacan las catorce capillas laterales de gran riqueza.





Vida en el Zócalo


La Catedral (a la derecha)

Del otro lado de la plaza se levanta el ex Palacio de Gobierno La primera construcción se remonta a la fundación de la ciudad, a finales del siglo XVI. La última reforma, tras haber sufrido varios seísmos, data de 1950 y en la actualidad alberga el Museo del Palacio.

En las calles que parten del Zócalo, perfectamente alineadas, encontraremos los principales edificios de los siglos XVI a XVIII.
Una de las joyas del barroco mexicano, lo constituye el templo de Santo Domingo, a proximidad de la catedral y edificado a partir de 1570. El interior impone por sus dimensiones, por su decoración y por el altar mayor recubierto de hoja de oro. Las dependencias albergan actualmente el Museo Regional del Estado.

Iglesia Santo Domingo
En la ciudad de Oaxaca se juntan un sinnúmero de iglesias, correspondientes en general a las órdenes religiosas que se establecieron en la región: La Merced, San Agustín, San Francisco, la iglesia de la Sangre de Cristo, San Felipe, Santa Mónica y tantas otras. Claros ejemplos del barroco mexicano en su interior, su arquitectura se singulariza por el uso de la piedra verde de cantería, piedra sólida, capaz de resistir a los seísmos que han asolado la región en diversas ocasiones.

Más vida en el Zócalo. En este caso, atrincheramiento durante las revueltas de 2006






Igualmente, la variedad de museos y galerías demuestran que Oaxaca no es simplemente una ciudad del pasado, el arte aquí sigue vivo y las manifestaciones culturales se multiplican. En el Museo de las Artes de Oaxaca, la Casa Juárez o el Museo de Arte Prehispánico descubriremos la historia del lugar.
Calle oaxacaqueña...
Por otro lado, encontraremos las mejores muestras de arte contemporáneo visitando el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, fundada por el artista y mecenas Francisco Toledo, el Centro de Arte Fotográfico Manuel Álvarez Bravo o el Museo de Pintores Oaxaqueños.
Retrato...

Donde sí toparemos vida y bullicio a toda hora es en el mercado 20 de Noviembre.
Nos cruzaremos con vendedores de chicharrones, chocolate, fruta, verdura, pan, dulces, jugos, así como los puestos de comida en los que sirven caldos, tamales, tortas y otras especialidades. Existe una zona reservada a los puestos de cecina, tasajo y tripitas secas, en medio del alboroto y gritos de los vendedores anunciando su género. Escoger el corte de carne que asan en el acto y acompañarlo con variedad de ensaladas, chiles asados u otras hortalizas, constituirá una comida informal con todo el sabor local.
En el mercado, ahora y antes...
Al cruzar la calle, el mercado Benito Juárez concentra por su parte, una enorme variedad de puestos de artesanía y ropa, bordados, sedas o los coloridos trajes regionales.


No podemos dejar la ciudad sin antes haber visitado alguno de los grandes centros prehispánicos de los alrededores. Monte Albán y Mitla son los principales, pero a ellos se suman la ruta a Zaachila, Ocatlán o de época más reciente, la ruta de los Dominicos.
Antigua capital de los zapotecas fundada en el 500 a.C. aproximadamente, Monte Albán fue uno de los primeros centros urbanos de Mesoamérica y el más populoso en su época de apogeo.


Mitla por su parte es un antiguo centro ceremonial zapoteca, cuyo nombre original significa “lugar de los entierros”. Situado a 44 Km. al este de la capital, floreció entre los siglos VIII y XVI d.C.
Por su colorido, su clima, su gente y su arquitectura, Oaxaca es un estado lleno de sorpresas, de tesoros antiguos y actuales. Desde su capital y más concretamente desde su Zócalo, podemos ir descubriendo paso a paso las riquezas de una cultura milenaria que sigue estando viva.

Vista de Monte Albán, a menos de 50 Km. de la ciudad

Alojamiento y comida...
Oaxaca ha apostado por el turismo y la oferta de alojamiento es múltiple y variada. Entre todos los hoteles disponibles para el visitantes, proponemos dos:

Casa de los Milagros
Calzada Matamoros, 500-C
Tel. +52-951 501 22 62
www.mexonline.com/milagros.htm
Situada en el corazón de la ciudad, en una esquina tranquila. Asomándose a un florido patio, el hotel ofrece únicamente tres habitaciones, cada una en un nivel y cada una de ellas con su propia personalidad y encanto. Un lugar íntimo y exclusivo en el que cada detalle está pensado para el bienestar del huésped.
Precio medio por habitación: 120 dólares.


Casa Cid de León
Tel. +52 951 514 18 93
http://www.casaciddeleon.com/
De fachada y entrada discretas, donde realmente se despliega el lujo y elegancia es en cada una de las 4 suites que componen este hotel boutique. Las habitaciones son espaciosas, confortables y exquisitamente decoradas. En su coqueta terraza-jardín disfrutaremos de agradables comidas a un paso del centro histórico.
Precio medio por habitación: 260 dólares.
Comedor del hotel Casa Cid de León

Restaurantes
Si queremos degustar la variada gastronomía local en un ambiente especial, podemos acudir a uno de estos dos lugares:

La Biznaga
Calzada García Vigil, 512
Centro
Tel. +52 951 516 18 00
www.myspace.com/labiznaga
Las mesas se sitúan en un patio interior, tranquilo y acogedor. Cocina mestiza y nombres sugerentes para saborear recetas locales: atún con amaranto, chalotte y romero o una flor de calabaza, chopil y elote.
Precio medio por cubierto: 200 pesos (aprox. 13 €).
Entrada al restaurante La Biznaga

Zandunga
Calzada García Vigil, esq. Jesús Carranza
Centro
Cocina típica oaxaqueña de la región del Istmo. Local pequeño y acogedor a pie de calle. Desde sus puertas –generalmente abiertas- podemos contemplar la hermosa iglesia del Carmen Alto. En cuanto a la carta, resulta el lugar ideal para saborear las típicas ganachas (tortas de maíz con relleno), el pollo Zandunga o la rica variedad de tamales.
Precio medio por cubierto: 190 pesos (aprox. 12 €).
Tomar un café o una copa
Cualquiera de los cafés situados en la plaza del Zócalo resultan un buen punto de encuentro para ver desfilar la vida de la ciudad –siempre y cuando no nos dejemos perturbar por el acercamiento constante de vendedores ambulantes ofreciendo todo tipo de géneros-.
Si buscamos un lugar más tranquilo y alejado del alboroto turístico, Café Café –así se llama- es frecuentado por los lugareños. Situado en la colonia (barrio) Centro, en su patio o en el interior sirven cerveza, copas y café. (Café Café; Tinaco y Palacios, 604; Tel. 51 50 11 907). Si durante el día queremos disfrutar de un excelente expresso, igualmente en el centro pero en una calle tranquila, no hay más que acercarse al Café La Antigua (Calzada Reforma, 401; Tel. 516 57 61). Aquí encontraremos variedad de cafés y chocolates todos ellos procedentes de cultivo ecológico.

Texto elaborado para la sección de Viajes de la revista Sobremesa, 2009

sábado, 29 de agosto de 2009

Ruanda, 2007. Relato de un documental


Ruanda, abril 2007
Relato de un documental


Ruanda es un pequeño país del tamaño de Galicia enclavado en el corazón de África; rodeado por Uganda, República Democrática del Congo, Tanzania y Burundi reúne algunas cifras récord: país africano con mayor densidad por (343 hab/km2) y una de las tasas de natalidad más elevadas del mundo (5,43). Pero tal vez sea su pasado reciente que lo convierte en un lugar singular: trece años después del genocidio que acabó con un millón de vidas en tan sólo cien días. Hoy, Ruanda quiere enterrar definitivamente sus muertos y mirar hacia el futuro.


Lo que se ve...

Reina a lo largo y ancho del país una sensación de paz; las carreteras – en envidiable estado muchas de ellas –discurren entre las hermosas y verdes colinas. En el asfalto, los controles regulares de policías previenen cualquier tipo de exceso. En Kigali, en las calles limpias y asfaltadas en su gran mayoría, la vida parece discurrir con el frenesí propio de cualquier capital normal. Trece años después de una guerra que destruyó gran parte del país y de su población, ¿se puede hablar de milagro rwandés? Resulta difícil olvidar lo que ocurrió ese aciago 1994...


¿Qué pasó?
La población ruandesa está compuesta por una mayoría hutu (84 %), una minoría tutsi (cerca del 15%) y una parte menor de twa (población pigmea que ocupa entre el 0,1 y 0,8 % según distintas estimaciones). Antigua colonia belga, tras la independencia los hutus toman el poder y durante estos primeros años se cometen las primeras matanzas contra los tutsis; unos 150.000 huyen a los países limítrofes. Paralelamente, en Ruanda, desde los años 60 se va estableciendo una política de rechazo, separación y discriminación socio-económica hacia los tutsis; la ideología hamte, de corte racista, consagró sus principios en diez mandamientos que prohibían entre otras cosas, hacer negocios con los tutsis y menos aún, celebrar bodas inter-étnicas…



Para facilitar la distinción, los documentos de identidad instaurados mencionaban claramente la pertenencia a uno u otro grupo (los twas, por ser tan minoritarios y fácilmente reconocibles, se mantuvieron al margen de la contienda).

Los belgas hicieron estudios antropomórficos para distinguir adecuandamente a los hutus de los tutsis; éstos de facciones más finas y nariz recta, llegaron a formar la élite bajo el mando belga

Aunque tras el golpe de Estado del general Habyarimana, en julio de 1973 el país parece gozar de cierta estabilidad política y económica, a final de la década de los 80 la situación se degrada.

Vista de Kigali, la capital

En 1990 el Frente Patriótico Rwandés, formado por tutsis exiliados, parte desde Uganda para emprender la reconquista del país, causando diversas matanzas, seguidas por represalias por parte del gobierno. Sin embargo, en 1993 se firma un tratado de paz (Acuerdos de Arusha) y se crea un gobierno de transición compuesto por hutus y tutsis. En noviembre de este mismo año, llega al país un dos misiones de la Naciones Unidas encargadas de velar por el cumplimiento de los acuerdos.

Paisaje en el país de las mil colinas...

Sin embargo, en el seno del gobierno de Habyarimana no hay unanimidad. La facción más radical en el poder crea una milicia hutu, los Interahamwe, entrenada y equipada por el ejército y armadas con machetes, azadas, hachas, cuchillos y martillos además de granadas y rifles de asalto. Sus 30.000 miembros están cuidadosamente distribuidos por todo el país. Se distribuyen, además, a estas nuevas milicias y a los encargados del ejército listas de tutsis u opositores hutus (los que abogaban por la ‘línea blanda’) que hay que eliminar.


Interahamwe, milicia hutu, durante su jornada de trabajo

Por su parte, la radio Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM) emite cada vez mensajes más claros, fomentando el odio e incitando a lanzarse a la “caza del tutsi”, apodados “cucarachas”.

La tensión llega a su punto álgido cuando comienza a correr el rumor de que los tutsis estaban planeando una matanza masiva de hutus. Paralelamente, entre enero y marzo del 94, el general Dallaire, comandante de la misión UNAMIR, envía varios comunicados al cuartel general de la ONU advirtiendo de las acciones que se están preparando por parte de las milicias. Sin embargo, la respuesta por parte de Koffi Anan, responsable en ese momento del Departamento de Operaciones para el Mantenimiento de la Paz de la ONU, redunda en una no-intervención por parte de la fuerza de paz
.
A estos desordenes políticos se añaden los problemas ocasionados por los desplazamientos de población: un millón de refugiados internos – en su mayoría hutu – han huido de sus lugares de origen frente a los ataques del FPR.El 6 de abril, a las 21:00 el avión que transporta al presidente Habyarimana y al presidente de Burundi es derribado por un misil tierra-aire. Pocas horas después empiezan las primeras matanzas. Rápidamente, el país se sumerge en una espiral de sangre. El contingente de las Naciones Unidas – una fuerza de paz, por lo tanto, no armada - se ve incapaz de detener el conflicto y tiene de todos modos, orden expresa de no intervenir.

Radio Mil Colinas anima a sus seguidores a acabar con los tutsis






Llueve...

.
Finalmente, tras la matanza de diez cascos azules, el Consejo de Seguridad decide reducir los efectivos de la UNAMIR: pasando de 2.539 soldados a 270.
Los occidentales son repatriados y los franceses crean en el sur-oeste la zona Turquesa, un controvertido corredor humanitario – vía de escape para los genocidas, según algunos - aprobado por el Consejo de Seguridad el 22 de junio.

Muchos tutsis, ante el peligro, se refugiaron en iglesias... y muchos curas hutus los entregaron a los verdugos...

Gracias a la Operación Turquesa, un pasillo humanitario organizado en el sur del país, los occidentales pudieron salir (y también muchos genocidas, según las malas lenguas)



Mientras, la Cruz Roja anuncia que el número de víctimas asciende a medio millón.
A mediados de julio, el FPR que ha ido reconquistando el país perpetrando diversos ataques, entra en Kigali obligando al gobierno a huir hacia Zaire. Dos millones de hutus, por lo menos, se instalan en campos de refugiados en el país vecino.


El FPR forma un gobierno interino de unidad nacional y los franceses se retiran delegando su misión a tropas etíopes. Aunque la enfermedad y los asesinatos pronto diezman miles de vidas en los campos de refugiados, se considera que el genocidio ha terminado.
Los hutus se van de vacaciones...
Cerca de dos millones de hutus, así como la cúpula del gobierno, huyen a los países vecinos, sobre todo al ex Zaire


¿Y ahora? Lo que hemos visto...
Haciendo limpieza...
Un operario apila calaveras en Ntarama, en el monumento dedicado a las víctimas del exterminio de Ruanda
La situación no es sencilla. En cada familia, hay una víctima, un criminal o un colaborador… son muchos los supervivientes que saben quien mató a sus seres queridos o quien los denunció; ¿se puede perdonar? “Ellos no han pedido perdón”, contestan muchos de ellos. Sin embargo, conviven, muchas veces lado a lado, porque “Hay que seguir adelante”, según afirman muchos. “La gente, se saluda, convive, pero no sabes lo que hay en su corazón”, apunta Condo Viateur, responsable del archivo audiovisual de uno de los Centros de la Memoria del genocidio; “y aunque a veces te gustaría, decides no tomarte la justicia por tu
cuenta”, añade. “Estaba allí. Tenía 7 años. Mataron a mis padres y a mi hermano”, declara Freeman Kayalph, un estudiante de 21 años. Pero, “hay que seguir”.

En 1995 la violencia vuelve a resurgir: el ejército de la República Democrática del Congo (antiguo Zaire) intenta expulsar a los exiliados hutus; 14.000 personas son devueltas a Ruanda, 150.000 huyen a las montañas. Según diversas fuentes, el ejército rwandés interviene... Además de la violación masiva de mujeres, se calcula que medio millón de personas fueron víctimas de esta nueva masacre.

Y por parte de las víctimas, ¿no hay riesgo de venganza hacia sus antiguos verdugos? Tal y como señala Marie-France Collard, una cineasta y autora belga que ha trabajado durante diez años con un grupo de teatro rwandés, “los gérmenes están ahí.” Sin embargo, apunta, Condo, “El gobierno nunca permitiría que esto ocurra; persigue cualquier acto de discriminación.” Y de todos modos, “lo que yo he vivido, no se lo deseo ni a mi peor enemigo”, afirma Oswald.

Muchos supervivientes saben quien mató a sus seres queridos...
“Lo principal, es la seguridad”, apunta Climent, un joven coger de 21 años que sueña con estudiar en alguna universidad americana. “Hay paz”, es la conclusión de muchos.
Ruanda, una nación con los ojos clavados en un futuro que sólo puede esperar que sea mejor que lo ha dejado atrás.

Hay que seguir, dicen muchos...





El documental que se rodó se llama 'Flores de Ruanda'. Ha ganado más de 23 premios en festivales. Para más información o compra de una copia: http://www.floresderuanda.com/


Níger, Niamey, 2009. Relato de un documental

Níger, agosto 2009
Relato de un documental

Ésta es la tercera vez que vengo a África con David. La primera vez fue en 2006, a Níger también para hacer una parte del documental Desarrollo Humano; la segunda fue un año después, a Ruanda, para un documental sobre el país 13 años después del Genocidio. Y ahora estamos nuevamente en Níger, también para un documental.

En realidad, la parte nigerina se inserta en un conjunto más amplio, un largo que versa sobre la crisis mundial. Se trata de contar la crisis no a través de cifras o datos macro económicos, sino ver, estudiar, filmar, cómo la viven algunos individuos. En Níger, el individuo “estudiado” es Omar.



Omar se prestó perfectamente al propósito. Es un chico guapo y da muy bien en cámara; es paciente (algo imprescindible para el cine), tiene un rostro anguloso que resulta muy fotogénico.

Nos abrió las puertas de par en par. Estuvimos el primer día en su casa. Y el día de la boda, nos paseamos de casa de él a casa de la joven esposa.


La separación entre mujeres y hombres es total.

Aquí, en casa de la familia de la esposa. La ‘fatia’, celebración religiosa se ha celebrado por la mañana. A ella asisten el ‘marabú’ (oficiante) y miembros y amigos de ambas familias. Los esposos no están presentes.
Aquí, las dos ‘consejeras’ que la esposa puede escoger. La asesorarán antes de su noche de bodas. En este caso, ambas son solteras.
¿El principal consejo a la nueva esposa? Paciencia, paciencia, paciencia.
Como me aclarará un familiar del marido esa misma tarde, la paciencia es lo principal, el resto, viene después.





Una gasolinera en Niamey


En casa de los padres del esposo. Los familiares y amigos celebran la boda.

Hay comida de fiesta que las mujeres de la casa han preparado en enormes ollas y fogatas encendidas en el jardín. Se sirve después en enormes bandejas. Se forman varios grupos; los comensales se sientan alrededor de la fuente y comen (arroz con pollo en este caso) con los dedos. Es la manera tradicional; no hay cubiertos. Y no es fácil. Yo, la verdad, pienso que con una cuchara sería mucho más sencillo…

Por la tarde noche, una comitiva irá a buscar a la esposa en su casa para llevarla al nuevo hogar…





El río Níger cruza la capital, Niamey

Omar es un chico de treinta años. Lo conocimos en nuestro primer viaje; él fue nuestro coger-guía e hicimos muy buenas migas. David ha seguido en contacto con él y hace unos meses Omar le llamó para anunciarle que finalmente se casa el 1 de agosto y nos invita a la boda. Tras un momento de duda, finalmente, hicimos los bártulos allá que nos encaminamos para Niamey. Objetivo: estudiar/filmar la vida de Omar ante su gran cambio en la vida (el matrimonio). Filmamos a Omar pocos días antes del enlace, el enlace mismo y el día después.

Transporte para cruzar el río Níger


Durante la celebración de la boda.
Otro de los amigos de Omar.
Quedan sólo unas horas para que los esposos se vean…





Mujeres trabajando, en un pueblo


Omar va a casarse con Lehana. La familia de ella la iba a casar no obstante con otro hombre. Menos mal, Omar consiguió reunir a tiempo la suma necesaria para llevarse el gato al agua. En realidad, ya se conocen; llevan 6 años de novios.
Omar y Lehana se quieren mucho.
La historia tiene un final feliz.
Y nosotros, David y yo, regresamos a España para el montaje y ver el paso siguiente…



Hombres trabajando en una planta de uranio (de Areva)