Parolamente
Textos, palabras, artículos, viajes, libros, documentales...
Datos personales
- Francesca
- Madrid, Spain
- Con cerca de 30 letras, todo esto es posible para despertar sentimientos, emociones, construir pensamientos...
domingo, 21 de marzo de 2010
Película: Good
Film Good, con Viggo Mortensen.
Un personaje que se va vendiendo poco a poco a los nazis. No es mala gente, simplemente no se da cuenta que está entregando su alma al diablo. Cuando se da cuenta, it's too late, su alma se ha podrido. La pureza, como la virtud, que diría Aristóteles, no existe como tal, para alcanzarla hay que practicarla.
Todos al Mc Donald's
Leticia de Borbón, una chica del montón
Fue guapa. Una belleza no convencional, pero con carácter. Una nariz, no griega, pero particular. Ahora se ha puesto pómulo, afinando el mentón, enderezado la nariz, rellenado los labios. Una cara más armoniosa… y más anónima. Leticia se ha convertido en una chica del montón. Salvo que es Princesa.
Libro: La solitudine dei numeri primi
De Paolo Giordano
Resumen:
Para resumirlo, mejor una frase del propio libro:
"En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad." ópera prima de este recién licenciado en Física Teórica, ha sido galardonada con el premio Strega 2008 y ha conseguido un éxito de ventas sin precedentes para una primera novela. Asimismo, ha despertado un gran interés internacional y será traducido a veintitrés idiomas.
Impresiones…
Así son Alice y Mattia, dos entes solitarios que no logran juntarse ni tampoco separarse…
Yo me los imagino danzando en una misma sala, cada uno por su cuenta. Por momentos, la música es la misma, se miran, se aproximan, pero aun así no logran juntarse y bailar juntos…
La descripción de la anorexia de ella es impresionante. Alice es una anoréxica “profesional”. Jamás logrará deshacerse de ella. Es una enfermedad que llegará a arraigar tanto en ella misma que acabará formando parte de su esencia.
Libro: Il treno dell’ultima notte
Il treno dell’ultima notte
Dacia Maraini
Ed. Burbig Rizzoli – 2008
Los supervivientes. No se cuenta mucho cómo sobrevivieron al exterminio judío. No fue casualidad. Sobrevivieron los más fuertes. Los que supieron engañar, aprovecharse, robar. Sobrevivió pero perdió el alma.
El libro
Amara y Emanuele son amigos de infancia; se conocieron en Florencia donde ambos vivían. Se prometieron amor eterno, pero en un momento dado, la familia de Emanuele decide volver a su ciudad natal: Viena. Ahí, se ven atrapados en las redes del nazismo. De origen judío, pronto los miembros de la familia son deportados. Emanuele y su madre son trasladados al gueto de Lodz, en Polonia.
Emanuele, desde su separación ha mantenido una correspondencia con su “prometida”; en un primer momento desde la capital austriaca y después desde el gueto. Pero en 1942 Amara deja de recibir cartas…
Catorce años después del final de la guerra, Amara decide emprender desde Florencia un viaje para reencontrar a su antiguo amor. Ella sospecha que al igual que muchos otros judíos de Lodz fue trasladado a Auschwitz…
Empieza un recorrido por la Europa del Este. Amara se cruzará con antiguas víctimas, supervivientes, nazis reconvertidos o viudas de guerra. Y conocerá la realidad de aquella época: la guerra fría, la pobreza, el alzamiento, rápidamente sofocado, en Hungría. Pero siempre mantiene su objetivo: ¿dónde estará Emanuele?
Impresiones…
Siempre surge la pregunta, ¿no? ¿Cómo tantos pudieron colaborar con el nazismo? Sí, la propaganda era feroz, pero ¿pudo realmente cambiar la mentalidad de una nación? ¿Cuántos colaboraron activamente? ¿Cuántos dejaron pasar?
Pasado. Presente. El tren discurre entre uno y otro. El sueño, el recuerdo del pasado son los raíles sobre los que avanza el tren.
Uno, dos… tres… cuatro. Encuentros en el camino, en la búsqueda de Emanuele, el niño que amó de pequeña.
Pobreza, ruinas. Guerra. Guerra fría. Europa es gris en el año 56.
Occidente. Oriente. Europa divida en dos y un tren que cruza las líneas este oeste y siempre, la búsqueda del niño desaparecido.
Campos de exterminio. Un pasado que se quiere olvidar pero que está presente aún. Han pasado pocos años desde el final de la guerra. Amara viaja al pasado en busca del niño que amó.
Muertes. La de los judíos. La del padre de Hans, la del padre de Amara. La de Emanuele.
Muerte. El cuerpo vive, el alma ha muerto.
Hans, el compañero de búsqueda de Amara. La paciencia, la gentileza… ¿el futuro?
Cicatrices. Europa está herida aún; levantando cabeza. Amara abre heridas para cerrar la suya. Hans quiere saber; saber qué pasó para saber por qué su madre fue perseguida.
domingo, 30 de agosto de 2009
Gandhi en Sudáfrica. Artículo
Gandhi en Sudáfrica: el aprendizaje de un maestro
Gandhi pasó 21 años de su vida en Sudáfrica. Allí fue víctima en carne propia de la discriminación a la que estaban sometidos los indios. El sentimiento de profunda injusticia que tal situación despierta en él, le hará emprender numerosas acciones políticas y sociales. Fue en Sudáfrica donde Gandhi desarrollaría gran parte de los conceptos y acciones que posteriormente, aplicados a la India, llevarán a su país a la independencia.
Infancia y estudios: entre la India e Inglaterra
El 2 de octubre de 1869, nace Mohandas Karamchand Gandhi en el estado de Gujarat, en Porbandar. Proviene de una familia de la casta de los Banias, los comerciantes. Tanto su padre como su abuelo han sido primeros ministros del Estado, convirtiéndose en hombres políticamente influyentes y respetados.
Su familia, aunque integrada en un mundo dominado por los ingleses, sigue las tradiciones hindúes. Así, el pequeño Gandhi estudia en colegios ingleses y recibe a la vez la influencia de una madre extremadamente piadosa.
Con trece años, la familia organiza el matrimonio con Kasturbai, quien permanecerá su fiel compañera durante toda la vida. Un lustro después, el joven esposo viaja a Inglaterra para estudiar Derecho.
En Londres, admira la cultura occidental pero descubre a la vez la solidez de los valores hindúes. Se adentra en la lectura de los libros sagrados de le India, especialmente el Baghavad Gita e intenta respetar, sin siempre conseguirlo, los preceptos impuestos por su madre: no comer carne, no beber, practicar la castidad.
Una vez finalizado sus estudios, vuelve a la India. Sin embargo, fracasa en su intento de montar un gabinete jurídico. Por ello, cuando le ofrecen un puesto de asesor jurídico en una empresa india implantada en Durban, Sudáfrica, no duda en aceptarla y se marcha en 1893. Pasará veintiún años de su vida en la colonia europea donde empezará su aprendizaje político. Defenderá los derechos de indios y pondrá en marcha acciones de no-violencia, una estrategia innovadora que mostrará toda su eficacia. Pero el aprendizaje no es repentino, sino fruto de una evolución tanto de los acontecimientos como del propio Gandhi.
A partir de 1906 y hasta 1914 puede hablarse de la lucha decisiva así como la adopción de un método totalmente novedoso en la lucha social: el Satyagraha. El primer periodo, entre 1895-1906, corresponde, por su parte, a la toma de conciencia y a la adopción de las primeras medidas.
Los indios habían comenzado a emigrar a Sudáfrica en 1860, como mano de obra necesaria tras la abolición de la esclavitud; en las décadas sucesivas, se habían unido los comerciantes indios - muchos de los cuales habían prosperado, despertando recelos por parte de los blancos. Aunque numerosa, la minoría india es objeto del odio racial por parte de los europeos. Impuestos exorbitantes, trabas en la concesión de licencias, restricción de los movimientos migratorios, son algunas de las medidas discriminatorias a las que se enfrentan los inmigrantes asiáticos.
A los aspectos legales, se unen los comportamientos xenófobos que Gandhi sufre personalmente. En su autobiografía, cuenta por ejemplo, cómo se le expulsa de un tren al negarse a viajar en tercera clase como corresponde a los de su etnia; en otra ocasión, se le prohíbe el uso del turbante en los tribunales.
A mediados de 1896, Gandhi vuelve por seis meses a su patria para recoger a la familia y hacer campaña entre los políticos indios sobre la situación de sus compatriotas en Sudáfrica.
Gandhi y Kasturba, su esposa y fiel compañera. 1902
Cuando regresa a Durban sufre un intento de linchamiento por parte de un grupo de blancos. Le acusan de haber atacado injustamente a los blancos mientras estuvo en la India y de traer en el barco en el que viaja a un cuantioso grupo de indios dispuestos a invadir Natal.
Logra salir sano y salvo de la reyerta gracias a la ayuda de la señora Alexander, esposa del superintendente de policía con quien Gandhi mantenía buenas relaciones. Las autoridades proponen al agraviado líder denunciar a los asaltantes, pero éste rechaza dado que ha decidido “tener como norma el no querellarme contra nadie por agravios personales” [i]
Descubre, sin embargo, que la lucha por la libertad siempre implica sufrimiento.[ii]
Destacamento de boers en su guerra contra los ingleses
Gandhi anima a sus coterráneos a apoyar a los ingleses; él mismo participa en un cuerpo sanitario y trabaja de camillero en una de las pocas unidades que atiende también a los heridos negros. En ese periodo, el dirigente indio, aun denunciando los excesos de los ingleses, permanece fiel a la Corona.
Gandhi se alista en un cuerpo de camilleros durante la guerra anglo-boer
Su labor de abogado en Sudáfrica termina en 1901; a partir de entonces, se dedicará exclusivamente a la lucha política
En 1904, dos años después del final de la guerra de la que los ingleses han salido victoriosos, el antiguo abogado funda el periódico Indian Opinion. La faceta periodística cobra una enorme importancia. A través de sus artículos, Gandhi comunica con su gente; para que los indios puedan comprenderlas, traduce las noticias más relevantes al gujarati, una de las principales lenguas de la India. Según él, el único fin de la prensa es servir a la verdad y en el plano personal, le sirve para practicar una disciplina estricta del pensamiento. “El diario se convirtió para mí en un entrenamiento de auto-control, y para mis amigos en un medio eficaz de estar en contacto con mis ideas”, escribe Gandhi en su autobiografía. Y añade: “el Satyagraha hubiera sido imposible sin el Indian Opinion”.[iii]Los redactores del periódico residen en la granja de Phoenix, una comunidad situada cerca de Durban cuyo funcionamiento se basa en las ideas igualitaristas del escritor León Tolstoi. Todos los residentes participan en las tareas agrícolas y todos cobran el mismo sueldo, sin distinción de cargo, nacionalidad o color de piel. En la misma época, Gandhi comienza los primeros ayunos, en un primer momento como purificación espiritual; años más tarde lo usará también como medio de protesta.
La finca Toltoi, se basa en los principio igualitaristas enunciados por el ruso Toltoi. Aquí, Gandhi acoge a sus fieles y familiares
Se enciende la mecha
En agosto de1906, con el fin de luchar contra la inmigración asiática clandestina, el gobierno de la provincia de Transvaal anuncia en el boletín oficial, un proyecto de ley que obligará a los adultos de la comunidad india a inscribirse en un censo, imprimiendo sus huellas digitales. Los que no se sometan a esta medida serán multados, encarcelados o expulsados del país. Gandhi lo interpreta como una forma más de humillación: “el Gobierno de allá [Transvaal], considerando a los indios inferiores, quería tratarles como esclavos y en la medida de lo posible, impedir su llegada al país. Y bajo esta óptica comenzó a crear nuevas leyes, por ejemplo, listar a los indios en un registro separado, obligarles a dejar sus huellas digitales como si de ladrones o delincuentes se tratara”.
Por ello, reaccionada horrorizado; tras esta medida, “sólo discernía el odio hacia los indios. Me pareció que si el proyecto de ley era votado y si los indios lo aceptaban humildemente, hubiera significado la ruina absoluta en África del Sur”.[v]
La obligatoriedad de inscribirse en un censo, con registro de huellas dactilares desencadena la rebelión de los hindúes liderada por Gandhi
Inmediatamente, el antiguo abogado convoca una reunión en la que participan todas las personas con alguna responsabilidad en la comunidad india de Transvaal. El objetivo es preparar los ánimos a la acción. Se trata de una “crisis muy grave”, declara Gandhi a los asistentes, “debemos juzgar la situación con calma”. No se enfrentan a la primera medida discriminatoria, pero sí es la primera que se adopta “con el objetivo de expulsarnos del país”.[vi]
Para encarar la afrenta, se adoptan varias medidas: publicación en el Indian Opinion del proyecto de ley traducido al gujarati; en el mismo periódico, otros artículos en inglés irán dirigidos a las autoridades británicas argumentando la oposición a las nuevas medidas.
El 11 de septiembre del mismo año, se celebra un congreso al que acuden tres mil delegados de la comunidad. Ese día, los asistentes, de todas las etnias y religiones, se comprometen bajo juramento a oponerse a la ley racista –que apodarán la “ley negra”- y a resistir sin violencia. El juramento de fidelidad es esencial para garantizar el éxito; por ello, Gandhi propone que los que no se sientan con fuerzas suficientes no se liguen a una promesa que no podrán mantener.
Un mes después, en octubre de 1906, Gandhi viaja a Londres para exponer sus razones y peticiones a los gobernantes ingleses.
Sin embargo, de poco sirven los esfuerzos ante los británicos; la metrópoli no quiere inmiscuirse en los asuntos internos de una colonia africana que goza de gran autonomía. De modo que, en julio de 1907, la ley es votada y entra en vigor. La fase activa de la lucha se pone en marcha.
La resistencia pacífica de las sufragettes en Inglaterra, inspiró el movimiento de Satyagraha de Gandhi
Acción directa y no-violenta: el Satyagrahagraha
Durante su estancia en Londres, el inconformista indio descubre las manifestaciones de “passive resistance” de las sufragettes, los grupos de mujeres que reclamaban el derecho al voto alrededor del año 1900. Frente a la presión policial, las sufragettes oponían una fuerza inerte.
A Gandhi, la expresión le parece interesante y la emplea en un primer momento para designar su acción no-violenta. Sin embargo, cae en la cuenta que el término “estaba demasiado simplemente construido, que se le suponía un arma para los débiles, que podía ser como un odio, que finalmente podía manifestarse por la violencia”.[vii]
Fruto de sus experiencias y lecturas, Gandhi forja entonces el concepto de Satyagraha, vocablo sánscrito que significa “la fuerza de la verdad”. Acerca de este hallazgo, Gandhi escribe en su autobiografía: “la historia de esta lucha es la historia del resto de mi vida en África del Sur, y especialmente de mis experiencias con la verdad en aquel sub-continente”.[viii]
Como fuerza de movilización, el Satyagraha implica varios principios: decir no a la injusticia con firmeza y públicamente; no usar la violencia; aceptar las consecuencias jurídicas de tales actos y a la vez, respetar a los que sí quieren cumplir con la ley.
Aplicado a la realidad sudafricana, las consecuencias no se hacen esperar: tras el voto de la “ley negra”, el agitador hindú organiza una desobediencia civil. En una asamblea convocada para este fin, miles de indios juran oponerse a la ley no inscribiéndose en el censo. “La fuerza bruta no tenía lugar, fueran cuales fueran las circunstancias. Fueran cuales fueran los sufrimientos, los satyagrahi no recurrían nunca a la fuerza física. Aunque hubieran podido usarla eficazmente, rechazarían recurrir a ella.” [ix]
Si el empleo de la violencia está excluido, para lograr el éxito, los satyagrahi –seguidores de los principios del Satyagraha-, deben planificar cuidadosamente cada acción.
La lucha no-violenta ha empezado
Todas los Satyagraha, es decir, las acciones públicas inspiradas en la doctrina del mismo nombre, puestas en marcha durante la campaña sudafricana son sometidas a una organización estricta. Por ejemplo, los piquetes instalados frente a las oficinas del censo tienen como misión persuadir, en ningún caso enfrentarse con aquellos que sí desean inscribirse en el registro.
Henry Thoreau (en la imagen), aboga en 1849 por la rebelión pacífica cuando el poder es injusto
En poco tiempo, queda demostrado que la movilización de la ciudadanía india ha surtido su efecto: el 30 de noviembre de 1907, último plazo tras una prórroga, sólo se han registrado 511 indios sobre un total de 13.000. Como respuesta al desacato, las fuerzas del orden adoptan medidas represivas. Gandhi, junto con 26 compañeros, debe abandonar el país. Dada su negativa a marcharse, los disidentes son conducidos ante los tribunales; durante el juicio, todos se declaran culpables. Se trata de una estrategia: los satyagrahi están dispuestos a someterse al castigo, pero a una ley injusta.
Como responsable del movimiento, Gandhi es condenado a dos meses de prisión. Y de hecho, le parece un honor ser recluido cuando se trata de luchar por la libertad.
Negociar pero no ceder
Gandhi deja siempre abierta una vía a la negociación. Un acuerdo en el que ambas partes estén dispuestas a ceder en algo, siempre es preferible a un enfrentamiento, incluso no violento.
Por ello, durante su periodo carcelario, el dirigente rebelde acepta una entrevista con el general Jan Christiaan Smuts. Éste promete derogar la Ley de Inmigración si los indios se someten al censo. Gandhi y sus seguidores aceptan.
Aunque adversarios, Smuts sentía gran admiración por Gandhi, como declaría años después
Pero la promesa no se mantiene. La respuesta a tal engaño es entonces fulminante: en agosto de 1908, Gandhi ordena quemar todos los resguardos de registro en una hoguera, como siempre en todo Satyagraha, a plena luz del día. El agitador hindú, por su parte, ha tomado nota de la lección: ninguna negociación es posible si la relación de fuerzas no se inclina a favor de los satyagrahi, obligando a la otra parte a ceder. Mientras esa circunstancia no se produzca, la resistencia debe seguir. Y efectivamente sigue, siempre en respuesta a las medidas coercitivas de los dirigentes europeos.
En un nuevo proyecto de ley, el gobierno introduce una cláusula prohibiendo la entrada en Transvaal a los asiáticos, muchos de los cuales residen en la vecina Natal. En esta ocasión, Gandhi moviliza a miles de inmigrantes potenciales, animándoles a cruzar la frontera ilegalmente. Nuevamente, el gobierno interviene brutalmente, arrestando a los infractores, Gandhi incluido.
Cuidar a los familiares de los presos, asegurar su sustento es otro de los aspectos primordiales de la lucha política. Las familias afectadas son acogidas en la granja Tolstoi, donde participan en las tareas y viven en pobreza y austeridad.
En una escalada que parece no tener fin, el gobierno endurece las medidas contra las minorías. A mediados de 1913, el Tribunal Supremo declara inválidos todos los matrimonios no cristianos. Como consecuencia, las mujeres indias se transforman de facto en concubinas. “Ninguna paciencia es posible frente al insulto dirigido a nuestras mujeres”, declara Gandhi. “Decidimos emprender un Satyagraha inflexible sin tener en cuenta el número de combatientes. Las mujeres no sólo no debían mantenerse al margen de la lucha, al contrario, decidimos invitarlas a participar en la acción, al lado de los hombres”.[x]
El acto de protesta, del que las mujeres serán parte integrante, consistirá en convocar una huelga general de los mineros indios. En esta ocasión también, la represión por parte de las autoridades es radical, llegando a provocar la muerte de varios agitadores. Gandhi es encarcelado una vez más; en cuanto a los huelguistas, serán condenados a trabajos forzados en las propias minas.
Durante la huelga general de los mineros, 1913
Las noticias sobre la brutal represión y el trato humano que reciben los presos provoca la indignación entre la opinión pública inglesa. Incluso el virrey de la India, Lord Hardinge condena públicamente unas “medidas que en ningún momento deben ser toleradas por cualquier país que se considere civilizado”.[xi]Así las cosas, todo parece perdido, los ocupantes europeos han terminado imponiendo su autoridad. No obstante, la historia en Sudáfrica tiene un final feliz.
El general Smuts se ve presionado por doquier. A las protestas procedentes de la India, se une la particular situación de la colonia: Sudáfrica es un país dividido entre ingleses y boers, en búsqueda de una unidad nacional; en esta tesitura, no conviene enfrentarse al gobierno inglés y a la opinión pública mundial. Para el gobierno inglés por su parte, resulta imprescindible calmar las voces de protesta procedentes de la India, al fin y al cabo, la joya de la Corona en el tablero colonial.
De modo que, debido a las múltiples presiones, la administración de Transvaal se ve obligada a claudicar. En 1914 se derogan las leyes discriminatorias, se reconoce la validez de los matrimonios y se otorgan mayores facilidades a la inmigración.
Los principales objetivos de la lucha han sido, de momento, alcanzados. El dirigente indio podrá entonces exclamar: “se ha producido una revolución, sin derramamiento de sangre, debido únicamente a la energía disciplinada del sufrimiento personal”.[xii]
En julio del mismo año, el líder contestatario dejará definitivamente Sudáfrica. Durante su periodo africano, Gandhi ha creado y perfeccionado el Satyagraha; un movimiento que entre los años 1920 y 1945 cosechará su éxito más sonoro: la liberación de la India.
NOTAS
[i] M.K. Gandhi, Autobiografía: la historia de mis experiencias con la verdad, Ed. Aura, Barcelona, 1985
[ii] Ventura, Piero, Io Gandhi: Gandhi racconta se stesso e il suo tempo, Ed. Arnoldo Mondadori, Milano, 1991
[iii] M.K. Gandhi, Autobiografía: la historia de mis experiencias con la verdad. op. cit.
[iv] M.K. Gandhi, The essential writings of Mahatma Gandhi, Ed. Raghavan Iyer, Oxford University Press, Delhi, 1991
[v] M.K. Gandhi, Gandhi mis à l’oeuvre, suite de sa vie écrite par lui même, Ed. Rieder, coll. “Europe”.
[vi] Ibid.
[vii] M.K. Gandhi, Autobiografía: la historia de mis experiencias con la verdad. op. cit.
[viii] Ibid.
[ix] M.K. Gandhi, Gandhi mis à l’oeuvre, suite de sa vie écrite par lui même. op. cit.
[x] Ibid.
[xi] Krishna Kripalani, Gandhi, a life, Ed. Orient Longmans, Nueva Delhi, 1969
[xii] Camille Drevet, Gandhi: su pensamiento y su acción, Ed. Fontanella, Barcelona, 1962
Este texto ha sido redactado para la revista Historia y Vida en marzo 09
México, Oaxaca, 2008. Un viaje
Su historia moderna empieza en 1529 cuando los españoles fundaron la nueva Villa de Antequera, sobre las ruinas de una antigua fortaleza azteca.
El Zócalo, sigue siendo en la actualidad el centro de la vida en Oaxaca. Las arcadas que sujetan el Palacio de Gobierno y los edificios anexos alojan restaurantes, terrazas, comercios y cafeterías.
La Catedral (a la derecha)
Del otro lado de la plaza se levanta el ex Palacio de Gobierno La primera construcción se remonta a la fundación de la ciudad, a finales del siglo XVI. La última reforma, tras haber sufrido varios seísmos, data de 1950 y en la actualidad alberga el Museo del Palacio.
En las calles que parten del Zócalo, perfectamente alineadas, encontraremos los principales edificios de los siglos XVI a XVIII.
Una de las joyas del barroco mexicano, lo constituye el templo de Santo Domingo, a proximidad de la catedral y edificado a partir de 1570. El interior impone por sus dimensiones, por su decoración y por el altar mayor recubierto de hoja de oro. Las dependencias albergan actualmente el Museo Regional del Estado.
Igualmente, la variedad de museos y galerías demuestran que Oaxaca no es simplemente una ciudad del pasado, el arte aquí sigue vivo y las manifestaciones culturales se multiplican. En el Museo de las Artes de Oaxaca, la Casa Juárez o el Museo de Arte Prehispánico descubriremos la historia del lugar.
Donde sí toparemos vida y bullicio a toda hora es en el mercado 20 de Noviembre.
Nos cruzaremos con vendedores de chicharrones, chocolate, fruta, verdura, pan, dulces, jugos, así como los puestos de comida en los que sirven caldos, tamales, tortas y otras especialidades. Existe una zona reservada a los puestos de cecina, tasajo y tripitas secas, en medio del alboroto y gritos de los vendedores anunciando su género. Escoger el corte de carne que asan en el acto y acompañarlo con variedad de ensaladas, chiles asados u otras hortalizas, constituirá una comida informal con todo el sabor local.
No podemos dejar la ciudad sin antes haber visitado alguno de los grandes centros prehispánicos de los alrededores. Monte Albán y Mitla son los principales, pero a ellos se suman la ruta a Zaachila, Ocatlán o de época más reciente, la ruta de los Dominicos.
Antigua capital de los zapotecas fundada en el 500 a.C. aproximadamente, Monte Albán fue uno de los primeros centros urbanos de Mesoamérica y el más populoso en su época de apogeo.
Mitla por su parte es un antiguo centro ceremonial zapoteca, cuyo nombre original significa “lugar de los entierros”. Situado a 44 Km. al este de la capital, floreció entre los siglos VIII y XVI d.C.
Alojamiento y comida...
Oaxaca ha apostado por el turismo y la oferta de alojamiento es múltiple y variada. Entre todos los hoteles disponibles para el visitantes, proponemos dos:
Calzada Matamoros, 500-C
Tel. +52-951 501 22 62
www.mexonline.com/milagros.htm
Situada en el corazón de la ciudad, en una esquina tranquila. Asomándose a un florido patio, el hotel ofrece únicamente tres habitaciones, cada una en un nivel y cada una de ellas con su propia personalidad y encanto. Un lugar íntimo y exclusivo en el que cada detalle está pensado para el bienestar del huésped.
Precio medio por habitación: 120 dólares.
Casa Cid de León
Tel. +52 951 514 18 93
http://www.casaciddeleon.com/
De fachada y entrada discretas, donde realmente se despliega el lujo y elegancia es en cada una de las 4 suites que componen este hotel boutique. Las habitaciones son espaciosas, confortables y exquisitamente decoradas. En su coqueta terraza-jardín disfrutaremos de agradables comidas a un paso del centro histórico.
Precio medio por habitación: 260 dólares.
Restaurantes
Si queremos degustar la variada gastronomía local en un ambiente especial, podemos acudir a uno de estos dos lugares:
La Biznaga
Calzada García Vigil, 512
Centro
Tel. +52 951 516 18 00
www.myspace.com/labiznaga
Las mesas se sitúan en un patio interior, tranquilo y acogedor. Cocina mestiza y nombres sugerentes para saborear recetas locales: atún con amaranto, chalotte y romero o una flor de calabaza, chopil y elote.
Precio medio por cubierto: 200 pesos (aprox. 13 €).
Entrada al restaurante La Biznaga
Zandunga
Calzada García Vigil, esq. Jesús Carranza
Centro
Cocina típica oaxaqueña de la región del Istmo. Local pequeño y acogedor a pie de calle. Desde sus puertas –generalmente abiertas- podemos contemplar la hermosa iglesia del Carmen Alto. En cuanto a la carta, resulta el lugar ideal para saborear las típicas ganachas (tortas de maíz con relleno), el pollo Zandunga o la rica variedad de tamales.
Precio medio por cubierto: 190 pesos (aprox. 12 €).
Tomar un café o una copa
Cualquiera de los cafés situados en la plaza del Zócalo resultan un buen punto de encuentro para ver desfilar la vida de la ciudad –siempre y cuando no nos dejemos perturbar por el acercamiento constante de vendedores ambulantes ofreciendo todo tipo de géneros-.
Si buscamos un lugar más tranquilo y alejado del alboroto turístico, Café Café –así se llama- es frecuentado por los lugareños. Situado en la colonia (barrio) Centro, en su patio o en el interior sirven cerveza, copas y café. (Café Café; Tinaco y Palacios, 604; Tel. 51 50 11 907). Si durante el día queremos disfrutar de un excelente expresso, igualmente en el centro pero en una calle tranquila, no hay más que acercarse al Café La Antigua (Calzada Reforma, 401; Tel. 516 57 61). Aquí encontraremos variedad de cafés y chocolates todos ellos procedentes de cultivo ecológico.
Texto elaborado para la sección de Viajes de la revista Sobremesa, 2009